Paulina es defensora comunitaria por el derecho a la salud en un municipio de Guatemala. Cuenta que cuando las mujeres que sufren violencia tienen que acudir a realizar una denuncia a las autoridades, muchas veces no saben leer o escribir, o no hablan ni entienden castellano, sino el idioma originario de su comunidad. Ello, sumado a que no cuentan con abogadas/os en sus comunidades ni recursos económicos para contar con asistencia jurídica, les impide acceder a la justicia. Por esta razón es que pide contar con facilitadores lingüísticos e interculturales en sus comunidades.